Si desde el aspecto de las Finanzas la partida presupuestaria destinada a gestionar una Marca se considera un Gasto, ¿por qué la valoración percibida de esa gestión se denomina Retorno de la Inversión?

Teniendo en cuenta esta premisa de delicada tangibilidad, "quieromimarca" pretende mostrar las distintas maneras en las que en el Mercado operan Marcas y Productos.

Y sus resultados.

martes, 13 de octubre de 2009

El diseño de la imagen de marca

Según la legislación española la marca es todo signo susceptible de representación gráfica que distinga los productos – similares – que el mercado ofrece a los consumidores. Una marca puede ser una imagen, un envase, una figura tridimensional e incluso un sonido, siempre que cumplan los requisitos legales y sean debidamente registrados.

Ahora bien, ¿Cómo debe ser el diseño de la imagen de marca?
Argumentos como sencillez, claridad, personalidad, fuerza o relación con el objetivo perseguido son tan exactos como dispersos. Desde quieromimarca apostamos por tres puntos fundamentales a la hora de comenzar el diseño de una marca:


a) El profundo estudio y conocimiento de nuestro producto en el Mercado, especialmente respecto a consumidores, competidores y plataformas de comunicación.
b) Una estrategia bien asentada en este conocimiento.
c) Coherencia en las acciones proyectadas en base a la estrategia.

Estos ítems realizan un efecto de anclaje de la marca en el terreno adecuado para resistir los envites y vaivenes a los que diseñadores y publicistas someterán a la marca a lo largo de su vida en el Mercado.

No se pone en duda la importancia del diseño y de las ideas que los profesionales de la publicidad aportan para hacer más efectiva la imagen de la marca, pero cuanto más claro dejemos lo que somos y lo que queremos de nuestra marca, más sencillo será diseñarlo y comunicarlo con eficacia y, sobre todo, con permanencia en el tiempo.


Un primer ejemplo es la leyenda que cuenta cómo una importante compañía del sector alimenticio buscaba un envase para su nuevo zumo de limón. Quería que fuera diferente, con personalidad y atractivo para el consumidor. Después de múltiples estudios se decidieron por la innovadora propuesta de la botella que tenía la forma y textura de un limón. Todo fueron alabanzas y enhorabuenas para lo que sería el próximo éxito de la compañía. Lamentablemente no fue hasta pocos días antes de su lanzamiento que se percataron de que el envase no se adaptaba a los lineales de los supermercados.

Otro ejemplo es el video que acompaña esta entrada y muestra el diseño que tendría el envase del i-pod de Apple en el caso de que fuera un producto Microsoft. Gustos y prejuicios al margen, es un claro ejemplo de dos formas distintas de gestionar la imagen de la marca.